Canto batracio

Caían las últimas gotas.
Bajo el charco del limonero,
un coro ranas y sapos.

¿Para quién cantan los batracios?

Los anfibios con sus cuerpos rechonchos
saltan tras las hembras con extraordinaria agilidad.
Con sus ojos saltones y sus pieles verrugosas,
ellas los esperan con coquetos brincos.

Comienza la corrida.
Ni las calandrias se salvan.
Indistintamente en tierra o sumergidos en agua,
el jardín les pertenece para jugar al amor.

Un sapo rugoso persigue a su hembra
más joven, mas ágil.
Tras una frenética carrera
atraviesa charcos y pastos altos.
Salta sobre la manguera
Se le escapa.
Solo,
se queda con su enorme abdomen blanco.

Otro sapo salta sobre un lomo pardo
como un solo cuerpo
permanecen los dos montados: uno sobre otro.
Emiten un continuo sonido de amor
que se une a otros en algún lugar del jardín
¿Para quién cantan los batracios? (VB)