El suspiro del dragón

Las estrellas de hojalata se mueven con el viento.
Las calandrias se persiguen en el limonero.
Mientras las gallinas y los gansos picotean
bajo el ciruelo.

El recuerdo de los molinetes de colores
gira movido por la cálida brisa de la memoria.

Junto al estanque, en un tronco caído
me espera con los brazos extendidos.
Las mandarinas todavía están verdes
la sombra baja me invita a sentarme:
el cañaveral y las verduras en el huerto.

Un caminito de piedra.
Justo atrás de las cañas, los ojos del dragón,
su respiración excita un ardor
y se seca el jardín. (VB)

Image: Nati Rubinstein