Harry Potter y el Cáliz de Fuego

Admito que al ver las primeras tres películas de la saga me dormí. Pero hace una semana me alquilé las tres juntas y las vi de corrido. Mi fanatismo comenzó a tomar forma, y finalmente ayer fui al cine a ver la cuarta parte. Ahora, estoy totalmente apasionado con la historia, hasta pensé en comprarme los libros que siguen.

La historia comienza con un sueño, en el que Harry ve a dos secuaces de Voldemort - el señor oscuro que mató a sus padres - ofreciéndole su fidelidad y prometiéndole atrapar a Harry Potter. Luego de despertarse de la pesadilla, vendrá el campeonato mundial de Quidditch, en un imponente estadio y conoceremos al fantástico Víctor Krum, buscador del equipo búlgaro.

De regreso en Hogwarts, una competencia conocida como “Torneo de los tres magos”, en la que el Cáliz de fuego elegirá a los tres participantes mayores de 17 años desatará polémica, ya que Harry es elegido como cuarto participante, a pesar de tener sólo 14 años. Esta vez, Hogwarts albergará a otras escuelas de magia que competirán por el trofeo. El baile de navidad generará celos y envidia entre los jóvenes estudiantes de magia.

Hasta aquí la historia y no daremos mas detalles. Dirigida por el inglés Mike Newell, esta parece ser la más oscura de todas, aunque siempre hay lugar para la diversión. El crecimiento de los personajes es esencial en la trama, ya que se pone en duda la lealtad de los amigos o se generan roces por la pareja que cada uno elegirá para ir al baile.

Es realmente entretenida, dura dos horas y media, tiene cientos de efectos especiales. No es una película recomendable para niños, es aterradora por momentos y puede perturbarlos. (CB)