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RefleCine

27.5.05

Niño Oblea

El niño camina sobre agujeros,
ahujeros, huevos, juegos.
y llora, ¿llora por nada?
El niño tiembla, tiembla entre la niebla.
Llora por llorar, por la madre en la niebla.

El niño salta para tocar el techo,
se eleva cada vez más,
crece, el techo también.

No toma la leche de su taza y su madre ya no cabe.
su pez se escapa por la mampara.
Se derrite, por el vertedero va.

La madre lo arropa con su bata de terciopelo.
Su tercio pelo se arruga, se enreda.
Se eriza y parece un erizo.

El techo crece si él crece.

¿Él no crece más?
Puede crecer hasta reventar y la casa también revienta.

Él crece y cree alcanzarlo, las paredes tiemblan, las paredes lloran polvo.

Pero el niño vuela, bajito seguro.
El niño era niño y la madre era madre.
El niño tocó el techo. Llueve chocolate y se inunda.
Los osos llegan por el olor.

Eh, verité! ¿Verité!? La verdad.
Dicen que se dice así en francés.
¿Cuál es?
Es un juego de palabras! Vero...verité.
¿Pero cuál es? ¿Qué al niño lo adoptan los osos?
La verdad es que llovía chocolate y eso no era trágico.


 
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